¿Recuerdas cómo juraste que la geometría era uno de esos temas inútiles que no volverías a tocar después de la secundaria? Resulta que el triángulo viene muy a mano al diseñar cocinas que ofrecen un flujo de trabajo aerodinámico.
Trabajar en triángulo:
Independientemente de la forma en la que se encuentre tu cocina, ya sea que su planta sea en forma de U, en forma de L o no, es probable que exista un triángulo en ella.
Si cuentas las áreas de trabajo principales de tu cocina para cocinar, el conteo final es más probable tres: el refrigerador, el fregadero, y la cocina.
Ahora piensa en cómo trabajas entre esas áreas para preparar las comidas: los alimentos tomados de la nevera se preparan típicamente cerca del fregadero y se transfieren a la estufa o al horno. La limpieza ocurre a la inversa.
El triángulo es el camino más corto y más eficaz para pisar entre estas tres áreas y es lo que debes tener como objetivo en tu cocina.
¿Cuál es tu ángulo?
Si estás diseñando una cocina desde cero, como en una remodelación total o nueva casa, tienes la oportunidad de pensar a través de cómo utilizar tu cocina y construir con eso en mente. Comienza con el «quién».
¿Quién usa tu cocina?
¿Cómo pasas el tiempo en tu cocina?
Elegir cuidadosamente dónde están situados los tres puntos de tu triángulo puede ser la clave para evitar chocar con alguien que busca leche y cereales mientras tu estás tratando de preparar una pechuga.
Un triángulo de trabajo perfecto en la cocina te permite moverte sin obstáculos entre las tres áreas clave, por ejemplo, no tendrás que navegar alrededor de basureros o sillas mientras llevas una olla pesada de agua hirviendo. El triángulo de trabajo también te da suficiente espacio para evitar golpear los codos con tu compañero de cocina.
Encuentra cuál es el plano de tu cocina abajo y cuéntanos en los comentarios.
Al comprender la ubicación del triángulo de trabajo de tu cocina podrás mantener el camino abierto y moverte más eficientemente de un área a otra.
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