Hay muebles y/o cosas que pueden, perfectamente, ocupar uno o varios lugares en casa y cumplir con sus respectivos cometidos: una silla, por ejemplo, puede estar frente a un escritorio, tras la mesa o en la sala. Sin embargo, cuando hablamos de espejos, la cuestión adquiere matices, sobre todo en lo que concierne a su función, ya que no sólo se trata de buena iluminación o dimensiones, sino de otros factores que reflejan la calidad de una buena decisión.
Sin mala suerte pero con malos reflejos
A diferencia de otros espacios en tu hogar, el baño trae consigo un ambiente totalmente diferente, con humedad y cambios de temperatura constantes. Por ello, gran parte de los muebles dedicados a este espacio están diseñados con materiales especiales que pueden resistir estas condiciones, incluyendo a los espejos. Como su función es simple: ofrecernos un reflejo claro y nítido, usualmente creemos que cualquier espejo, de cualquier calidad y confección, puede cumplir con este propósito. Nada más alejado de la realidad.
Quizá un espejo normal, que puede colgarse indistintamente en una sala o en un baño, funcione durante un tiempo. Sin embargo, el deterioro, irónicamente, se irá haciendo más visible con cada visita al baño.
Esto, porque, como mencionamos líneas arriba, las condiciones propias de este espacio deterioran rápidamente los materiales de los espejos comunes, además del uso inapropiado de productos de limpieza, resultando en una apariencia desgastada y poco funcional.
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Un espejo verdadero para el baño
Además de materiales resistentes, el buen funcionamiento de un espejo depende enteramente de la iluminación que lo acompañe. Si hay oxidación y, además, una luz tenue, es mejor no mirar ahí. Entonces, la elección de un buen espejo viene acompañada, a su vez, de la elección de un buen “foco”, casi natural.
No queremos desentusiasmarte: la cuestión no es tan compleja como parece, sobre todo si tienes a KOHLER a tu lado. Los tocadores iluminados Verdera®, por ejemplo, brindan una iluminación brillante, uniforme y sin sombras, muy parecida a la luz natural. Los enchufes eléctricos integrados y un espejo de aumento extraíble hacen que las tareas de aseo diarias sean más fáciles que nunca. Además, los tocadores con luz Verdera® coordinan perfectamente con los kits de paneles laterales y accesorios de la colección Tailored®, y, por supuesto, los materiales que lo componen, lo hacen resistente a las condiciones de cualquier baño, claro está, si se le da el cuidado apropiado y constante que necesita.
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