Las cocinas como espacio del hogar han evolucionado a la par de las posibilidades y necesidades de las personas, una de las cuales es expresar su creatividad culinaria: casi todos queremos ser chefs (o intentarlo). Este lugar donde practicamos y creamos se ha convertido en un lugar de desestrés y un punto de encuentro para compartir con familiares, amigos y nuestra pareja.
Por esto y más, los usuarios buscan que su cocina sea un espacio más experiencial, moderno y elegante que los estimule. En este contexto, cada pieza, llave de cocina, mueble, herramienta y utensilio se analiza detalladamente para que combine exclusividad y diseño, sin perder su practicidad.
Sin embargo, este año tomó relevancia una exigencia más: la higiene. Si bien ahora todos estamos más conscientes de este tema a raíz de la emergencia sanitaria, la realidad es que desde siempre los productos KOHLER han sido concebidos para combinar precisión, efectividad, practicidad y limpieza, características materializadas en nuestras llaves de cocina touchless.
Nuestras llaves de cocina touchless se activan mediante sensores que detectan la presencia de las manos o del movimiento sin tener que tocar la grifería. Estos productos han sido durante mucho tiempo una solución eficiente y ecológica, ya que uno de sus múltiples beneficios es que ayudan a reducir el consumo de agua porque dejan de verter agua si no detectan movimiento.
Así mismo, contribuyen con la limpieza, pues contribuyen a reducir dramáticamente las manchas de sarro, grasa dactilar o residuos de alimento en el mobiliario, debido a que no es necesario tocar nada para obtener un flujo adecuado.
Respecto al diseño, hay que decir que generalmente cuando las personas están construyendo o rediseñando su cocina dejan de lado o dan por sentada la grifería. Sin embargo, se trata de un elemento expresivo y, además, central y sustancial de este espacio, pues sin higiene, sin lavar los alimentos, no podemos comenzar a crear.
A estas alturas, ya todos sabemos que el lavado de manos y de superficies es clave para evitar contagios virales, pero también para mantener a bacterias, gérmenes y demás patógenos lejos de nuestros alimentos, boca y ojos.
Alrededor del 80% de todas las enfermedades infecciosas se transmiten a través de las manos, con las que, consciente o inconscientemente, tocamos nuestra cara un promedio de 16 veces por hora y, además, cocinamos.
Una de las grandes ventajas de las llaves de cocina sin contacto es que el flujo de agua se activa mediante el control del sensor, así que no es necesario el contacto con la piel, lo que reduce el riesgo de transferir virus o bacterias de las manos a la superficie de la llave.
La tecnología touchless ya no es cosa del futuro: ahora más que nunca es una necesidad del presente. Conoce nuestras llaves de cocina inteligentes, con las que mantenerse limpio es tan simple como mover la mano.
Prueba la tecnología de manos libres y siente la limpieza de Kohler.
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